Cuando ALEJANDRO GUERRA rompió el celofán a los 40’, previa combinación de Bocanegra y Berrío, ya Vikonis había salvado su cabaña en 4 ocasiones, dos balones con dirección de red fueron devueltos por los palos y era la octava jugada de peligro creada por el conjunto verdolaga, en un dominio abrumador de pelota y terreno. Millonarios solo respondió con un disparo de Núñez neutralizado por Armani y el local desató una lluvia de proyectiles, basado en el monocultivo del cuero.
Los azules que comenzaron ganando la serie (2-1) cambiaron el libreto, en ésta ocasión . De una presión avanzada en el primer juego, pasaron a un recogimiento en zona propia , para emprender contragolpes que resultaron desorganizados, apurados e improductivos. Nacional inclinó la cancha a su favor, con un gran manejo de la pelota y trabajos grupales. Poco a poco resquebrajó el muro defensivo del contrario, guiado por un Guerra deslumbrante e ingenioso. Atrás Bocanegra y Farid, anularon a Núñez y Barreto. Aguilar y Henríquez no dejaron mover a Del Valle, mientras Arias y Mateus, desconectaron la posible generación de juego de sus adversarios.
El local hizo correr más el balón y dio comienzo a un carrusel de pases de apoyo, soportes y rupturas y el ataque se volvió unidireccional, hasta ese 1-0. Arrancando el segundo tiempo, Cocca ordenó a su defensa un adelantamiento de 30 metros, pero Nacional mostró que podía encontrar sectores de salida, para conectar con sus liebres de arriba. Los embajadores volvieron entonces a esperar con un comité de bienvenida de 10 unidades. Sin embargo, a Nacional le costó sostener el ritmo endemoniado del comienzo y bajó de revoluciones, en una cancha desgastante y pesada por la lluvia de los últimos días.
Se fueron Ibargüen y Guerra (lesionados), dando paso a Dájome y NIETO. Éste último a diferencia de otros partidos, no arrancó desde el sector de contención, sino que fue situado en la segunda línea de fuego. Comenzó la jugada para el gol de FARID (89’) y cerró la noche con un puntazo (91’ a pase de Dájome) ante el cual no pudo hacer nada el cancerbero visitante. Nieto en los 20’ en que actuó, quebró a Millonarios, confirmando que es un jugador en ascenso. La catarata de emociones, terminó con aplausos y ovaciones de los 40492 feligreses del Atanasio.
Millonarios pensó en ese segundo acto, que encogiéndose en su zona y quemando tiempo, podría apostar su capital a la lotería de la definición desde los 11 metros. Los lanzamientos nunca llegaron, puesto que Nacional apeló (como en otras oportunidades) a su excelente acondicionamiento físico, que le permite continuar la batalla, hasta esos momentos de agonía, cuando el rival ya está escaso de oxígeno y con las piernas cortadas. El ganador estuvo enlagunado en gran parte del período complementario. Pero siguió luchando hasta el último pitazo, sin confiar en el azar. Ese detalle resultó definitivo.
Y generalmente ganan quienes enfrentan al frío y al viento, convencidos de que” “palante…es pallá”.
No les parece ???
Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.