Nacional gobernó la pelota partiendo de su buena recuperación en campo adversario. La jugó con finura, velocidad y precisión. Propició doce desembarcos en el área contraria, por solo uno de los petroleros e hizo explotar el arco de Graziani , en los últimos trece minutos del compromiso. En otras jornadas faltaron los goles y esta noche abundaron. Estaban ausentes de la formación titular Macnelli y Aldo, pero la tribuna no notó el detalle, ante la buena presentación del local.
DAYRO rompió el celofán a los 3’. A los 79’, aumentó la cuenta LUCUMÍ a un pase de Edwin Valencia, para el 2-0. A los 87’ Nacional mostró su catálogo de ‘’la tuya y la mía’’, en una tocata veloz entre Edwin, Ruiz, Nieto, Bocanegra, Nieto y Loaiza, culminando la jugada LUIS CARLOS RUIZ. A los 92’, una triangulación entre Edwin, Ruiz y NIETO, rompió la ‘’alianza petrolera’’ para el 4-0, que agradó a los 13733 asistentes al Atanasio. El fuerte aguacero de la tarde, ahuyentó a mucha gente que comienza a reconciliarse con el equipo.
Acertó Nacional, al jugar balones largos, basado en un movimiento constante de sus hombres para asegurar la continuidad de la posesión y ganar los espacios de avance ofensivo . Además la entrega se hizo con pases bien templados . Se equivocó Alianza, al exagerar la conducción y el toque en corto, en una cancha con lagunas que no permitían que el balón rodara bien y al no disponer de un lanzador que le diera profundidad (tipo Jonathan Álvarez, a quien dejaron en el banco).
Nacional buscó ganar las espaldas de los cuatro volantes rivales y los cuatro zagueros, mientras su oponente derritió su intento de llegada, en los tres cuartos del terreno. Por lo anterior la pelota pasó más tiempo en los yacimientos petrolíferos de Jorge Luis Bernal, impotente en la zona técnica, ante la falta de respuestas de sus dirigidos.
Los verdolagas recostaron su juego por la derecha en el primer tiempo y con mejor olfato de la anticipación, se adueñaron de la pelota, la iniciativa, el terreno y las asomadas al área. Intensificaron su juego interior en el segundo tiempo, fueron reiterativos en sus pasadas por detrás de la jugada y abrieron boquetes una y otra vez en el bloque visitante. Tanto fue el cántaro al agua, que terminó rompiéndose.
Entregas a uno y dos toques, remates de media distancia, cambios permanentes en la dirección del juego y siempre desplazamientos de apoyos y rupturas, constituyeron los ingredientes del coctel de la noche. LO ESTÉTICO FUE UN VALOR AÑADIDO. Aunaron los locales a lo anterior, la fe del carbonero y la paciencia de un conjunto con más jerarquía, hasta que le hicieron doblar la rodilla al adversario.
Los buques cisternas son diseñados, para transportar petróleo y tienen una capacidad hasta de 400.000 toneladas. El de Alianza con una tripulación lenta y sedentaria, ni tuvo ataque, ni pudo defenderse.
En la travesía de esta noche Nacional lo mandó al fondo del mar , con cuatro torpedos letales. Ni más ni menos.
No les parece ???
Por : Wbeimar Muñoz Ceballos.
Fotografías cortesía de Willson Valencia.