El Atanasio Girardot era anoche una caldera con 44189 almas en combustión. Cánticos por doquier y banderas al viento. Todo un pueblo animando a Nacional con su vocinglería y once futbolistas que salieron a la cancha, como leones heridos, para borrar de sus lomos los dos zarpazos que Deportivo Cali, le propinó en Palmaseca.
Desde el vamos, afloraron LA JERARQUÍA, EL APLOMO Y LA SOLVENCIA. Los locales se hicieron dueños de la pelota, las bandas y el protagonismo. Reapareció la chispa de Ibargüen en la izquierda y en apenas siete minutos, logró dejar en el camino a Castrillón y envió un pase a MACNELLY TORRES, quien con un derechazo incontestable marcó el 1-0. A los 15’ ya estaba igualada la serie, con maniobra por el otro flanco. Recuperó MATEUS URIBE quien alargó el servicio para Rodin Quiñonez y esperó la devolución para disparar de derecha. El 2-0 enloqueció a la tribuna.
Al Cali lo había atrapado el escenario, pero tuvo el valor de atacar en una jugada iniciada por Sambueza. Salvó Bocanegra en la raya. Nuevo remate y apareció Armani. Siguió el tiroteo y JEFFERSON DUQUE lanzó el balón, que desviado por Bocanegra representó el 2-1.
La muchedumbre no cesó con su aliento… Nacional respondió con MADUREZ : nada de pelotazos, nada de desesperación. Balón al piso, combinando pases por todos los sectores del terreno. La doble alambrada de 4 jugadores, con la que se defendía el visitante, no pudo frenar el ímpetu y el mejor fútbol del anfitrión. En las alas, estuvo la razón del alto vuelo de Nacional, mientras en el juego por dentro Matheus y Macnelly, dieron progresión y Dayro se desplazó permanentemente a zonas de recepción y remate. Un sello indiscutible de MOVILIDAD.
A los 41’, tiro de esquina cobrado por Macnelly. La pelota dió un bote en el área grande y ANDRÉS IBARGÚEN la pescó de zurda con una media volea inatajable a un rincón del arco. Una pincelada de lienzo precioso para el 3-1. Los azucareros dieron su última respuesta atacante, en un avance de Amaya en el minuto 43, con un cabezazo peligroso. Desde entonces, Armani no los volvió a ver.
Héctor Cárdenas entró aAguilar, como tercer volante de recuperación, pero su equipo no tuvo reacción en el segundo tiempo. Nacional se tomó un descanso de más de veinte minutos y a pesar de bajar su intensidad, siguió con el control del partido, hasta que lanzó sus últimas cargas de profundidad.
A los 29’ Rosero trabó en el área a DAYRO MORENO y éste elevó la cuenta a 4-1, con un cobro de penal, suave y al rincón del arco de Mina. Algo así como una caricia a la red. A los 32’, Macnelly habilitó a Dayro y éste a RODIN QUIÑONEZ, dentro del área. El 5-1 se consumó y el júbilo reinó en el Atanasio.
Nacional llegó a la estrella 16, Dayro terminó como el goleador del torneo y Armani fue declarado el mejor jugador del semestre. Reinaldo Rueda ajustó su sexto título en dos años e insinuó su partida, quebrándose hasta el llanto. También le quedó tiempo para sonreír después, porque había recuperado el ALMA del equipo. Cali se retiró vencido, impotente en ofensiva y vulnerable en defensa.
Nacional al inventar rutas para la vida y el gol, celebró a más no poder. ERA DE NOCHE Y DIVISÓ EL CIELO!
No les parece ???
Nota:Todas las imagenes son cortesía de Willson Valencia
Por : Wbeimar Muñoz Ceballos.