Franco Armani hizo la faena de muleta y Edwin Cardona la de espada. Entre el arquero y el anotador del gol, rescataron en el estadio Mansiche de Trujillo, a un Nacional confundido en lo colectivo y apático y deficitario en lo individual. Los poetas de César Vallejo, encabezados por el escurridizo Chiroqui, estuvieron 11 veces a punto de escribirle rimas al obituario verdolaga, pero lo impidió el arquero argentino con sus intervenciones magistrales ( inclusive en dos ocasiones que por poco culminan en autogoles de Henríquez y Ruiz) y selló la suerte, el único atacante que visitó con propiedad los predios del cancerbero Libman.
Las 3 llegadas de Nacional en los 90 minutos, pasaron por los piés de EDWIN CARDONA, (zurdazo cruzado , tiro en el palo y el gol) hasta que en el minuto 78 la historia se escribió con un derechazo inapelable, previo pase de Ruiz, e intercambio de posiciones entre los dos. Ruiz salió a zona de volantes y Edwin, se puso el disfraz de centro delantero, creando así el espacio del remate clasificatorio. ( Sao Paulo por su parte eliminó a Emelec de Ecuador).
Nacional ilusionó en los primeros minutos, con la posesión de la pelota y la sociedad Sherman-Cardona . A los 15’ se creyó sobrado, bajó la intensidad del juego, exageró el individualismo , empezó a caminar la cancha sin movilidad y permitió que los peruanos se envalentonaran. César Vallejo con presión, le quitó el balón a su enemigo y empezó a circularlo, para romper líneas al frente. El visitante ni jugaba, ni defendía bien el espacio. El área verde se convirtió en un tiroteo interminable y el mantener el cero, fue producto del milagroso Armani . Atajadas de todos los colores y para todos los gustos.
En la etapa final, los poetas siguieron en pié de guerra, con la diferencia de que sus atacantes fueron perdiendo filo. No obstante que Nacional se atascaba en todas las líneas, la expulsión de Cardoza y pasar los incas a línea de 3 defensas, permitió algunas contras y espacios, que aprovechó Nacional con la jugada de gol. (Terminaron los dos equipos con de a 10 jugadores por la roja a Mejía).
Es rescatable en el vencedor, el hecho de jugar con tranquilidad y no desesperarse en los momentos difíciles. Mantuvo el arco virgen, contra viento y marea y supo llegar a puerto en medio de la tormenta.
La victoria se celebró, a pesar del fútbol de tintes grisáceos . El futuro del ‘’rey de copas’’, se edificó hoy, sobre pilares de maderas carcomidas.
Escrito Por : Wbeimar Muñoz Ceballos.