Nacional igualó a Millonarios en vueltas olímpicas y se desquitó de Junior en una definición de título desde el punto penál. En el 2004 en el mismo escenario, los ñeros celebraron una conquista desde los 11 metros en el Atanasio Girardot, bajo la dirección del ‘’Zurdo’’ López, quien le desdibujó la sonrisa a Juan José Peláez. Una década después la alegría se vistió de verde y la tristeza fue tiburona, cuando todo apuntaba a que el empate 1-1 en el minuto 93, le haría calle de honor a los barranquilleros. Nacional con un gol agónico se impuso 2-1 ( en la ida había ganado Junior 1-0) y forzó los tiros desde los 12 pasos , derrotando a su rival 4-2.
Una noche de delirio en Antioquia, no apta para enfermos del corazón. Nacional antes de los dos minutos empataba la serie. Tiro libre cobrado por Edwin Cardona y Samuel Vanegas perdió la referencia de ALEXIS HENRÍQUEZ quien de zurda situó el marcador 1-0. Junior que había dispuesto un muro con doble línea de 4, se vió obligado muy temprano a salir de su encierro y consiguió el 1-1 en anotación de EDISON TOLOZA, previas jugadas de Fawcett y Domínguez, en la banda izquierda despoblada de rivales.
La última media hora del primer tiempo mostró al visitante adelantando 25 metros su bloque , aunque después de la igualdad no tuvo una sola aproximación de gol, hasta el momento de la victoria verdolaga. Nacional se adueñó del balón y resultó más punzante a la ofensiva, con aproximaciones de Jefferson, Valencia y Bernal, pero la igualdad le daba temporalmente el título a Junior.
El visitante tuvo el infortunio de perder a Toloza, su cuchillo más afilado, por lesión y Nacional revolcó sus posiciones en el segundo tiempo, llevando a Palomino como central, a Bernal como volante ancla y a Guisao abierto en la orilla derecha. En la primera media hora Junior levantó su muralla con línea de 5 defensas y al final quiso cerrar el resultado ingresando a Ramírez, para aumentar la marca en el medio. El local sin espacios, vió dificultada su labor de creación en el medio y con el enemigo muy metido atrás era lógico que le costara ganarle la espaldas a los defensas. No había chispa, ni vías abiertas hacia el gol y por eso se dedicó a enviar balones cruzados, que no encontraban destinatarios. La costura del Junior era fuerte y por eso al verde, no le quedó otra opción que jugar en el segundo piso. Pelotazos al área, para pelear los rebotes. Entonces creció la figura del arquero Viera, convertido en ángel guardián de su equipo : ahogó el grito de gol, con espectaculares intervenciones ante claras llegadas de Jefferson, Valencia y Ángel. En el otro arco, Armani era un espectador más, no obstante que Nacional se quedó con sólo dos defensas, arriesgando a que lo cazaran de contragolpe.
El ambiente en la tribuna verdolaga ( 40.041 espectadores y recaudación de $ 2.114.000.000,oo) transcurría entre largos silencios, lágrimas en muchos rostros y una angustia general lacerante y dolorosa. Todo nos hacía pensar que a Nacional sólo lo salvaría una jugada de tiro libre (así lo dijimos en su momento en el comentario). Minuto 93 y 40 segundos : tiro libre desde el banderín, ejecutado por Edwin Cardona. Armani había abandonado su choza y fue al área rival, como un cabeceador más. Es posible que su aventura haya servido de distracción, porque JOHN VALOY apareció milagrosamente y abrió las llaves de cielo, con un testazo para el recuerdo. 2-1.
Desde el punto penal, Armani atajó las ejecuciones de Viera y Vásquez (marcaron Domínguez y Narváez). Nacional no falló un solo disparo (anotaron Valencia, Cardona, Bocanegra y Bernal). Sexto título para Juan Carlos Osorio ( 3 de Liga).
En un partido con un ramillete de dificultades, Nacional había apelado a su corazón.
La angustia terminó y la noche estalló en júbilo.
Por : Wbeimar Muñoz Ceballos.