¿Cómo explicar la eliminación de Nacional, un equipo que en el segundo semestre del 2014, invirtió cerca de 7 millones de dólares en refuerzos y cuyo sostenimiento , en el mismo lapso, se acercó a 25.000 millones de pesos ? Cuáles fueron las razones, para que un club como el Huila, cuyo costo en la segunda parte del año, es siete veces menor, haya estado más cerca de llegar a la final de la liga ? Porqué se escurrió entre los dedos, la ilusión verdolaga de abrazarse con la Copa Postobón, la Sudamericana y éste campeonato que ahora dirimirán Medellín y Santa Fe ?.
Entregar las respuestas completas, se haría algo tedioso. Pero trataremos de resumirlas :
A) El exceso de compromisos en todos los frentes, que condujo a saturaciones físicas y mentales , difíciles de soportar. B). Las innumerables lesiones, que restaron posibilidades a un mejor rendimiento. C) El haber perdido el rumbo, en cuanto a un estilo de juego. Nacional obtuvo los mejores resultados, en torneos pasados, cuando fue rocoso en defensa y letal en los contraataques. En los últimos meses, no resultó eficaz en la amplitud por las bandas y terminó apostándole más a los duelos físicos, que al manejo colectivo del balón. D). Hubo insistencia en alinear a algunos jugadores, que actuaron casi siempre con gafas oscuras, como para justificar sus erráticas contrataciones. E) En el rubro del fracaso, hay que darle el mayor puntaje a los refuerzos : no acertaron ni el técnico al escogerlos, ni los directivos al tirar el dinero por un bolsillo roto, o por respeto a las jerarquías o simplemente por falta de personalidad, en el necesario disenso (algo diferente no pasaría por nuestra mente, ni somos amigos de la especulación).
Al técnico Juan Carlos Osorio ( el de más títulos en toda la historia de Nacional), ni le salieron las cosas como quería, ni los jugadores le ayudaron mucho. Las irregularidades en los rendimientos individuales, fueron en contra de lo cooperativo. El entrenador tuvo equivocaciones en la selección de algunas nóminas, pero ésta vez la buena suerte lo dejó en la mitad de la vía . ( En otros campeonatos su trabajo, fue bendecido por algunos santos, puesto que cuando se equivocaba o el fútbol asociado no aparecía, siempre un tiro libre, una jugada en el último minuto o un hada protectora llegaban a su rescate). Y como si la soledad, no bastara, sus jugadores fueron presa del pánico, en la final contra River.
No cumplir con los objetivos de la segunda parte del año, no demerita el gran trabajo de Osorio. No es asunto para descalificarlo. Pero sí hay que hacerle una invitación, para que en el 2015, tapone sus oídos en cada canto de sirena, lanzado por algunos empresarios, quienes son amigos del oro, importándoles un bledo Nacional y sus millones de seguidores.
Cambiemos el frente de juego : en el partido de cierre de cuadrangulares, que perdió con Santa Fe 0-1, ante 30080 espectadores, ya la cifra de asistencia habla por sí sola del escepticismo, en que se sumía su parcialidad. Tuvo la pelota en la mayor parte del compromiso y propuso más en zona rival, pero no supo abrir caminos en el último tercio de cancha. Le dio prioridad al trabajo por los flancos y tuvo en Cardona a su buque insignia, en la distribución de juego…pero terminó en la misma historia : ollazos que nadie remató y despejes permanentes del bloque defensivo de los cardenales. En la oportunidad más clara de gol, una genialidad de Edwin , terminó rebotando, primero contra un vertical y luego contra el travesaño.
Santa Fe optó por esperar y contragolpear. Omar Pérez, entró poco en juego ( dió dos pases para ataques punzantes) y el resto del equipo cedió la pelota a Nacional, a la espera de un error. Faltando 5 minutos para terminar el partido, armó una contra y hubo una falta en el área contra Cuero. Vargas cobró el penal hacia el arco de Armani. El argentino rechazó la pelota, pero nadie acudió en su ayuda para el rebote. MANUEL SEIJAS, remató y la película llegó a su fin. Hasta a Armani se le escondieron en la última fecha, los ángeles guardianes.
Hubo tristeza en las tribunas del Atanasio. Mientras tanto, en la cancha, los cardenales expulsaron el aire contenido ( Huila estuvo a un pelo de clasificar) y con sobradas razones, le guiñaron un ojo al cielo.