Por primera vez en cinco Copas que ha n disputado, Nacional eliminó al múltiple campeón Sao Paulo. Lo logró en 180 minutos de contrastes, esfuerzos y angustias. Contrastes en los trámites de los dos partidos : Nacional fue superior en el juego de ida, en el Atanasio : y el 1-0 se antojaba corto ; el conjunto brasileño anotó el gol del Morumbí, en el minuto 53, gracias a un tiro libre, venenoso y enroscado de GANSO y metió en un arco a su rival, que se salvó en una gran intervención de Armani frente a Bastos y en dos remates de Kaká y Fabiano, que se estrellaron en los palos.
Esfuerzos del cuadro colombiano para controlar el partido, pese a la iniciativa de su oponente, porque hasta el gol descrito, Sao Paulo era más lo que ladraba que lo que mordía. Pero después creció el caudal ofensivo de los locales, Nacional no aguantaba suficientemente la pelota y tuvo que resistir todas las llegadas de alto voltaje, refugiado en su arco.
Y al final la angustia desde los 11 metros, con la respiración contenida. El local falló el primer disparo de Kardeck, que se fue por encima. Acertó Rogeiro Ceni. Y Armani se robó todos los aplausos, al atajar el lanzamiento de Toloi. Por Nacional que fue el equipo que comenzó con las ejecuciones, acertaron todos : Bocanegra, Valencia, Edwin y Ruiz. Solo entonces, se prendieron todos los reflectores de la celebración en Colombia.
En el primer tiempo de anoche, la posesión de la pelota fue brasileña, pero Nacional cerró bien las líneas, mostrándose gordo atrás y en el medio, pero flaco en la salida atacante. El huracán que todo el mundo presentía, se fue convirtiendo en suave brisa, porque la gente de Osorio controlaba todos los pasillos (excepción del de Hudson y la llegada sorpresiva de Denilson) y además tenía buena costura de líneas. Las pocas escaramuzas paulistas, las sortearon Armani y Berrío. En el otro arco Ceni impuso su autoridad en una llegada de Edwin, mano a mano.
La presión adelantada del anfitrión en el segundo tiempo, su ganancia de los rebotes del balón y algunas inconsistencias defensivas del verde, produjeron temblores en territorio colombiano. Constantemente 7 atacantes que se desplegaron a lo ancho de la cancha, se volcaron hacia la caseta defendida por Armani y apareció el carrusel de los sustos, porque Nacional ni recuperaba la pelota, ni la aguantaba más de dos pases seguidos, ni volvió a saber cómo seguía de salud el amigo Ceni. Con poco juego y mucho pundonor,… y con la voluntad como equipaje, se mantuvo el 0-1 hasta, la tómbola de los tiros desde el punto penal.
Cuando entró el lanzamiento de Ruiz, la vocinglería popular, dio rienda suelta a la emoción. Pacho Maturana, sentenció hace muchos años : ‘’perder es ganar un poco’’. Aunque en ésta ocasión ese poco fue multiplicado por toneladas de alegría, desde el Pacífico hasta los Llanos Orientales y desde la Guajira hasta el Amazonas.
Ahora a esperar a River o a Boca. La final de la Sudamericana está lista y el ángel protector del profe Osorio , está velando armas.