Muy superior Nacional a su rival que tiene el antecedente de haber sido el primer campeón de la Libertadores. En posesión y trenzas con la pelota ; en el volumen de ataque ; en la presión sobre campo del adversario ; en llegadas claras a posición de gol ; en el juego aéreo tanto en defensa como en ataque ; en peso en las 2 áreas porque los uruguayos exigieron a Armani solo una vez y los verdolagas perdieron una decena de llegadas al arco en el primer tiempo y 3 más en el segundo ; en circulación rápida ; en creación de espacios adelante y cierre de los mismos atrás… es decir en el trámite de los 90’, Nacional dominó todos los aspectos del juego.
Peñarol llegó al Atanasio (43698 feligreses pagaron $1.041’.295.000,oo), con una sola idea : aguantar en defensa todas las arremetidas del cuadro local y tratar de aplicar alguna vacuna en contraataque. Jugó la mayor parte de la jornada con 1 arquero, 6 defensas ( porque bajaban a esa línea Viega y Luque), 3 volantes y 1 atacante, que era el colombiano Miguel Murillo y se refugió en la cueva, de la cual salió poco. Resistió el 0-0 hasta el minuto 54, cuando DANIEL BOCANEGRA con un disparo salvaje desde 40 metros, le dobló las manos al arquero Guruceaga. Y 6’ minutos después una pared Marlos- Ibarbo- MARLOS MORENO, quebró definitivamente el esquema ultra conservador del DT ‘’Polilla’’ Dasilva : 2-0. Cuando los uruguayos se acordaron de ir a la ofensiva, fue muy tarde y no supieron cómo hacerlo.
El cancerbero visitante estuvo protegido por 9 guardaespaldas, pero sucumbieron ante los reiterados tiroteos de los verdes. Por la reducción visitante de espacios atrás , el DT Rueda lanzó a sus laterales Bocanegra y Farid por las bandas ( lo que no es muy común), para darle compañía a Marlos y Copete. Por los pasillos centrales buscaron asociación Guerra, Sebastián e Ibarbo. Hubo llegadas hasta el intermedio del partido, pero no pegada. La igualdad sin goles parecía cosa de locos, hasta que Bocanegra y Marlos, tumbaron la puerta que estaba trancada y sellada por tantos candados.
Mientras Peñarol se enfrascó en la táctica defensiva, Nacional tuvo el desparpajo de ‘’la tuya y la mía’’. Le costó derribar el muro, pero a partir del 2-0, siguió intentando más goles. En el primer tiempo el local estuvo precipitado, ante la falta de zonas libres para su tránsito, pero en el segundo acto, viéndose perdedor Peñarol, cambió la combinación de la caja fuerte a un 4-3-3, absolutamente intrascendente. Ante la impotencia decidió pegar y provocar, ganándose Novick la tarjeta roja .
Nacional continúa en crecimiento y dando espectáculo, porque tiene a la pelota como bandera. A Peñarol, glorioso equipo del pasado, se le vió una mirada triste.
Ésta noche más de 40.000 gargantas y más de 80.000 manos, cantaron y aplaudieron, vibraron y sonrieron. No era para menos. Habían disfrutado de la noche, porque estaban en acción ‘’once fantásticos’’.
No les parece ???.
Escrito por:Wbeimar Muñoz Ceballos.