Dos derrotas consecutivas, tienen a Nacional al borde del abismo. Errores de marca contra Santa Fe, repetidos en el juego sabatino en Manizales, le apagaron un ojo al verde. Menos mal que hubo empate (3-3) entre Huila y los leones capitalinos, lo que abre una remota esperanza, que depende del esfuerzo propio , pero también de los resultados de terceros. Santa Fe llegó a 7 puntos, Huila acumula 4 y Nacional y Caldas tienen 3 cada uno.
Las famosas rotaciones y la repetida improvisación de funciones de algunos jugadores, le juegan a veces, malas pasadas al técnico Osorio. Por ejemplo en el Palogrande, Juan David Valencia, Miller Mosquera y Santiago Tréllez, fueron intrascendentes (se sabía que no estaban en ritmo). Elkin Calle como central rindió poco (coadyuva más al ataque como lateral) y Daniel Bocanegra de lateral volante, no tuvo su mejor noche. A Sherman Cárdenas lo obligan a ser volante de luces largas (recorridos de 50 metros para atacar y 50 metros para defender), por lo que pierde claridad en el último tercio de cancha. Y en pelota detenida, (tiro de esquina) resulta inexplicable que 5 defensores que custodian el sector central del área, dejen cabecear a JOSÉ LUIS MORENO (57’), para abrazarse al final con una derrota dolorosa.
Caldas con presión intensa en el medio, atascó a Sherman y no dejó que Bocanegra, Miller y Valencia entraran en los circuitos de tejido con el balón. Así los blancos, neutralizaron la creación verde. Ganar la batalla de la zona intermedia del campo es vital, puesto que allí se empiezan a ganar o a perder los partidos. A lo anterior Caldas sumó mejor ataque a los espacios, en las transiciones de defensa a ataque y aunque no fue el mejor exponente de la iniciativa y la posesión de la pelota, en el balance general produjo 5 llegadas de riesgo, por 6 del visitante.
Además en el segundo tiempo, el técnico Flavio Torres, movió jugadores : Marlon pasó de lateral izquierdo y los volantes Díaz y Lopera, bajaron como colaboradores del defensa central Bonjour . Con éste detalle, Caldas anuló el juego aéreo, cuando Nacional cambió la pelota a ras de piso, por balonazos aéreos dirigidos a Ruiz y Cía.
Nacional sintió el impacto del gol en contra y se derrumbó sicológicamente , a tal punto que en la última media hora se dedicó más a protestarle al árbitro que a circular el balón y a discutir con los rivales, lo que es señal inequívoca de impotencia. Caldas multiplicó los peajes del medio hacia atrás, Nacional se quedó sin penetración y fue más lo que embistió, que lo que produjo. Sus pocos acercamientos del segundo tiempo, chocaron contra las voladoras mágicas del arquero Cuadrado.
Los hinchas de Nacional pueden perdonarle su derrota frente al lobo manizalita. Lo que no soportarían en la segunda vuelta, sería caer otra vez en las garras del león bogotano. ¿ No les parece ?
Escrito Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.