Todos tenían que dar su aporte, para voltear la serie que se iba perdiendo ante el rival de patio, el trabajo fue grande pero todos cumplieron, la hinchada en la tribuna no paró un segundo, los jugadores en la cancha mostraron jerarquía e hicieron valer el nombre del equipo que representan y la dirigencia…
Desde la dirigencia, encabezada por Juan Carlos De La Cuesta, surgió la idea de hacer evidente la diferencia entre dos equipos que se enfrentaban por un cupo a la final, es cierto, era un clásico ante el rival de patio, pero también era el enfrentamiento entre dos equipos con una diferencia muy grande y esa diferencia había que remarcársela al rival, un equipo con cinco títulos en el torneo colombiano, ante el mas ganador con 14, un rival sin ningún trofeo internacional, ante uno con una copa libertadores encima y varias copas internacionales mas, como la Merco norte e Interamericana, sin contar las locales en superliga y copas Colombia.
Ante los ojos de cualquier extraño al FPC y mirando sólo los números, era evidente que Nacional debía pasar por encima de su rival, pero en ocasiones la gente no conoce la historia y a otros se les olvida muy fácilmente, por eso había que refrescarle la memoria a propios y extraños, la exhibición de la grandeza del verde, certificada en los trofeos ubicados en la cancha, tanto impactó de entrada en los rivales, que amedrantados por el peso de la historia, no atinaron a aparecerse por el área verdolaga.
El rey de copas de Colombia, hizo valer su jerarquía, respetó la historia que lo precede y sin importar el buen momento del rival, siguió de largo rumbo a una nueva final y a un nuevo título, probablemente la próxima vez que haya que echar mano de la historia, la galería verde ya tenga una nueva copa para mostrar.