A los 23’ Alexis Henríquez en una aventura de acompañamiento ofensivo, puso la mirada en el movimiento de Gustavo Torres a espalda de su marcador Valoyes. La pelota le llegó precisa y avanzando hasta el fondo , Torres hizo un pase de la muerte para que ALDO LEAO RAMÍREZ con un disparo furioso, situaba el marcador 1-0. La maniobra , única punzante de los 45’ iniciales, representó una nueva victoria de Nacional. Minutos antes Rionegro había desperdiciado dos llegadas mano a mano con Armani. Un tema de eficacia, que borra la estadística y queda como simple anécdota.
No jugó bien Nacional, pero ganó. Discontinuo en la posesión de la pelota, solo alcanzó el 47% de su manejo, por 53% del oponente. Rionegro ganó la materia de cortar las líneas de pase de los verdolagas, pero reprobó el exámen de ideas y finalización de jugadas. Sus atacantes Correa, Monsalvo, Burbano y Hernández, resultaron muy livianos y sus pocos disparos se hicieron humo. Para las Águilas todo terminó en buenas intenciones : la obstrucción al juego de Nacional por las bandas e incomodar con presión, las conexiones por dentro.
Del juego, por momentos exuberante frente al Bucaramanga, solamente hubo pincelazos, en el estadio Alberto Grisales. En lo colectivo Nacional solo exhibió tímidos apoyos y sociedades. A Torres se le fue la chispa en el segundo tiempo; Rodin no pudo superar a Muñoz; Aldo y Nieto ni se saludaron; no pesaron los desprendimientos de Velasco y Bocanegra y a Dayro se le empañó la mira en los disparos.
La gente de Lillo,no pudo colonizar el mediocampo como en el partido anterior y su tránsito por los últimos 25 metros de la cancha, se hizo previsible. No dominó el juego a través de la pelota.
Se impuso más por confianza, que por su tradicional jerarquía. Ni siquiera el cambio de módulo con las entradas de Aguilar y Borja, lo hizo ver superior.
El campeón ganó puntos y perdió fútbol.
No les parece ???
Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.
Fotografías cortesía de Willson Valencia para Nacionalespasion.