14.898 espectadores, una pobre asistencia para lo que representaba el juego, partido de ida de una final, dos grandes del país, una rivalidad histórica, y así como hubo ausencia en las tribunas, en la cancha también hubo carencia de lo que para muchos puede ser buen juego.
Es apenas comprensible, por lo menos desde el lado de Atlético Nacional, ya que estamos ante un equipo que está en construcción, en la búsqueda de un orden de juego y la adaptación a un cuerpo técnico que tan solo lleva 25 días de trabajo.
En la cancha el verde paisa alineo un 11 que era la primera vez que jugaba junto, si bien varios jugadores llevan algún tiempo en el club, era la primera vez que jugaban juntos en un partido de alta competencia, y eso se notó en el primer tiempo, Nacional fue impreciso en los pases, si bien sostenía la pelota por periodos de tiempo, no encontraba una buena forma de elaborar su juego, se encontraba ante un Millonarios que tiene mas tiempo de trabajo y que le complicó todo al equipo paisa. Un primer tiempo soso para el espectador pero seguramente con muchas reflexiones para los cuerpos técnicos.
La segunda parte cambia un poco el decorado, esos 45 minutos iniciales le ayudaron a Nacional a engranarse un poco, se atrevía mas en irse al ataque y supo aprovechar el desgate que había realizado el rival durante el primer tiempo, sin embargo, el ataque de Nacional no lucia bien, no había una correcta comunicación entre el medio campo y los delanteros y debido a esto el juego se centro en esa zona de la cancha y no lucieron Lucumí – Rentería – Dayro. Quien si lucia y casi que brillaba con luz propia era Jorman Campuzano a quien el D.T Almirón lo definió en la rueda de prensa asi: “Campuzano vino como una apuesta y fue el mejor de la cancha, con mucha personalidad y, aunque lleva una semana, jugar como jugó, quiere decir que es un gran futbolista”.
Al final Jorge Almiron en rueda de prensa, resalta la actitud del equipo y reconoce que logicamente hay mucho por mejorar:
“Me quedo tranquilo por la actitud del equipo. En la segunda parte mejoramos y buscamos ganar el partido. Sufrimos en la pelota parada, pero poco nos llegaron al arco. No fue un gran partido para los aficionados, pero entendemos que a veces no se puede jugar, ya sea por la cancha o por el gran equipo al que enfrentamos”
“Hay mucho margen para mejorar, pero me deja tranquilo la actitud de ellos, aunque no se podía jugar con la claridad que pretendíamos, había que disputar cada balón como se hizo. Sentí que éramos predecibles y ellos nos controlaron bien. Aunque no fue un buen partido, la intensidad de los dos equipos hace justo el resultado”
Arranca así el 2018 para Atlético Nacional, la próxima evaluación será este domingo en la primera fecha de la Liga Águila ante el Tolima, y allí seguramente volveremos a ver un equipo diferente, por que cuando estas construyendo equipo debes ver a todas tus piezas en acción.
Foto Portada Cortesía: Atlético Nacional Oficial.