Por : Juan Felipe Velásquez.
Cuénteme usted amable lector, ¿cuando fue la última vez que Nacional perdió 4 partidos de manera consecutiva?
En una institución como Nacional, tenemos que devolvernos hasta 15 años para encontrar una situación semejante. Es así como el verde nos demuestra, fecha tras fecha, la cuestionable y mediocre campaña que está realizando este inicio de 2024.
Y bueno, convengamos que es el “inicio” porque vamos terminando el segundo mes del año, pero la Liga BetPlay ya va por la mitad de su trayectoria en esta primera fase y Nacional tiene solo 8 puntos de 24 posibles, con un rendimiento del 33% y un horripilante decimoquinto lugar en la tabla de posiciones.
Ahora, esa es la realidad en la competencia local, en lo internacional no es mucho más alentador el panorama. Atlético Nacional intentará remontar en los próximos días un marcador adverso que lo tiene peligrando de no poder avanzar a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Un marcador adverso que, aunque sea por la mínima diferencia, habla del presente tenebroso del verde de Antioquia, pues el Nacional de Paraguay cuenta con una campaña mediocre en el torneo guaraní y el equipo más ganador e importante de Colombia no fue capaz de superarlo.
¿La plantilla? Llena de rendimientos bajos, niveles pobres, actuaciones individuales discretas. ¿El DT? Un interino que asume las riendas de un equipo al que se debe por un contrato de trabajo, pero que, y sin ánimo de crucificar inocentes, no entiende muy bien el camino a seguir y simplemente es un peón en un tablero de fichas verdes que se mueven al antojo de manos ambiciosas que buscan de todo, menos la gloria que nos caracterizó.
- Demos por cerrado el semestre. Al final, Nacional cosecha lo que siembra. El verde está recogiendo los pedazos de una institución que lentamente pierde el respeto del fútbol colombiano. El hincha aguanta con la esperanza de tiempos mejores. El jugador transita en piloto automático un proyecto que no da garantías. En este momento, Nacional agoniza y solo podemos sentarnos a mirar cómo sucede…