Por: Juan Felipe Velásquez.
El 2024 se perfila como un año que quedará grabado en la memoria de Atlético Nacional y su hinchada. Con dos finales por disputar, la expectativa y la emoción están a flor de piel. Este momento de gloria contrasta con un pasado reciente de incertidumbre y malos resultados, producto de decisiones dirigenciales desacertadas que llevaron al equipo a perder la jerarquía que siempre lo ha caracterizado. Sin embargo, bajo la dirección del presidente Sebastián Arango, el panorama cambió drásticamente. Su llegada no solo trajo esperanza con aquella frase “VOLVEREMOS”, sino que marcó el inicio de una gestión que, en menos de un año, ha restablecido la grandeza del club y su lugar de privilegio en el fútbol colombiano.
Nacional llega a estas instancias como el equipo más sólido del país. Durante el último mes ha demostrado ser el mejor de los ocho finalistas de la Liga Betplay, desplegando un fútbol de altísima calidad y mostrando una actitud competitiva que le ha permitido superar obstáculos en momentos clave. En los cuadrangulares semifinales, el equipo de Efraín Juárez cerró con una contundente victoria 3-0 ante Independiente Santa Fe, destacando no solo por los goles de Sarmiento, Morelos y Román, sino por una actuación colectiva que fue superior a la del rival. A pesar de que Santa Fe tuvo momentos de dominio en el partido, Nacional supo imponer su estilo y sentenciar el encuentro con autoridad. Este triunfo, combinado con el empate entre Pasto y Millonarios, aseguró al equipo verdolaga su lugar en la final del torneo.
El camino de Nacional no ha estado exento de críticas y cuestionamientos, especialmente hacia su director técnico. Efraín Juárez ha cometido errores estratégicos y tácticos en algunos partidos, lo que ha generado ciertas dudas sobre su capacidad para liderar al equipo en los momentos más críticos. Sin embargo, lo que no se puede negar es su capacidad para motivar al grupo y sacar lo mejor de cada jugador. Su liderazgo, basado en la competitividad, la hombría y un fútbol valiente, ha llevado a Nacional a estar a las puertas de coronarse campeón en dos torneos. Su gestión ha sido clave para consolidar un equipo que, aunque tiene altibajos, ha encontrado momentos de fútbol exquisito y ha demostrado estar listo para pelear en lo más alto.
Los logros no serían posibles sin la contribución de jugadores que han sabido brillar en instancias decisivas. Alfredo Morelos, que durante varias semanas atravesó una sequía goleadora, ha recuperado su olfato goleador justo a tiempo para estas finales. Andrés Sarmiento, con su habilidad y sacrificio, se ha convertido en una pieza fundamental en el esquema de Juárez. Por otro lado, el liderazgo y la regularidad de jugadores como Román y Sebastián Guzmán han sido pilares en el desempeño del equipo. Guzmán, en particular, se ha consolidado como el eje del mediocampo, brindando fluidez y equilibrio en cada partido. Asimismo, el joven arquero Luis Marquines ha demostrado ser una figura decisiva, tomando el relevo de David Ospina en momentos de necesidad y dejando claro que el futuro del arco verdolaga está asegurado.
La final de la Copa BetPlay 2024 enfrentará a Atlético Nacional contra América de Cali. El partido de ida se disputará el jueves 12 de diciembre a las 7:30 p.m. en el estadio Atanasio Girardot de Medellín. El encuentro de vuelta está programado para el domingo 15 de diciembre a las 5:00 p.m. en el estadio Pascual Guerrero de Cali. Posteriormente, Nacional se medirá ante Deportes Tolima en la final de la Liga BetPlay II-2024. El primer partido se jugará el miércoles 18 de diciembre a las 7:30 p.m. en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué, mientras que la vuelta será el domingo 22 de diciembre a las 6:00 p.m. en el estadio Atanasio Girardot.
A pesar de las críticas sobre la falta de regularidad del equipo en algunos encuentros, Nacional ha sabido adaptarse y mostrar carácter en los momentos clave. Es cierto que hay partidos en los que cede la iniciativa y parece dominado, pero el equipo ha aprendido a sobreponerse y encontrar soluciones. En las finales, lo único que importa es el resultado, y Nacional tiene todo para salir campeón en ambas competiciones. Los días que vienen serán intensos: primero, enfrentará a América de Cali en la final de la Copa Betplay, y luego, se medirá ante Deportes Tolima en la final de la Liga. Dos series que no solo pondrán a prueba al equipo, sino que también definirán el legado de esta temporada.
La hinchada verdolaga, siempre fiel y apasionada, sueña con celebrar dos títulos en este diciembre. Estos campeonatos no solo significarían un retorno a la grandeza, sino también una reivindicación para una institución que ha sabido levantarse de las adversidades y recuperar su lugar como el equipo más importante de Colombia. Es momento de creer, de confiar en que este equipo, bajo la dirección de Sebastián Arango y Efraín Juárez, puede alcanzar la gloria y devolver la alegría a su gente. Volveremos, sí, pero esta vez, lo haremos con dos copas en alto.
¡ VAMOS NACIONAL, DALE CAMPEÓN!