Con un primer tiempo excepcional de Ibargüen y Aldo Leao, más el reencuentro de Dájome en el segundo, Nacional sacó petróleo en Barrancabermeja y se dio el lujo de actuar con una tercera nómina, con nombres casi desconocidos: Jádier Borja, Daniel Lloreda y Ezequiel Palomeque. Damos crédito en éste sentido al profesor Reinaldo Rueda, quien desde su llegada al club verdolaga, mostró su interés en la cantera, que estuvo abandonada durante ciclos pasados.
Fue básico hoy, el cambio de módulo, pasando del tradicional 4-2-3-1 a un 4-1-4-1 (Blanco como barredor en el medio y Aldo en la segunda línea de fuego), porque así se estableció superioridad numérica, en el juego interior trazado sobre la dupla Ríos- Bolívar.
Es lógico suponer que si se rompe la línea de los equilibradores adversarios, los espacios van apareciendo y con ellos la posibilidad de anotar los goles. Ibargüen en la izquierda quebró la resistencia del hombre asignado para marcarlo (Carlos Riascos) y cuando emprendió movimientos hacia el centro se asoció con Aldo. Ese binomio horadó el bloque de seguridad de Alianza.
El visitante con “la perla” Borja encendiendo luces largas por la derecha, sacó a Flórez hacia el costado, al igual que a Riascos en el otro lado, atraído por Ibargüen y despejaron poco a poco la zona central. Los laterales locales abiertos y los recuperadores superados, abrieron el boquete de penetración por el medio. Nacional trianguló y disparó 3 tantos en media hora: IBARGÚEN (7’), LLOREDA (24’) y ALDO (31’). En todos, el binomio de la noche (Ibargüen- Aldo) estuvo presente. A los 18’, empató parcialmente el anfitrión con un penal ejecutado por Arias.
Herido de muerte al comienzo, Alianza comenzó a mostrar sus costuras. Sus ataques se hicieron tibios y sin sorpresa. El réquiem fue cantado en el segundo período, cuando DÁJOME (reemplazo de Mariano Vásquez) celebró dos goles artísticos, a pases de Nieto y Ruiz. 4-1 a los 68’ y 5-1 a los 82’.
Nacional desconectó a Arias, presionando a Lizarazo, Castro y Torres, sus surtidores de balones. Manejó la pelota a su antojo y aprovechó los boquetes dejados por Alianza, en su intención de un descuento mayor. Sin acelerar a fondo, el verde justificó la victoria, porque todas sus unidades fueron solidarias en la marca y en el toque. Se tragó crudo al oponente.
Alianza, aportó el corazón… y Nacional el fútbol.
No les parece ???
Escrito por: Wbeimar Muñoz Ceballos.