Por: Juan Felipe Velásquez.
Atlético Nacional ha empatado en condición de visitante ante Tolima. En Ibagué se re editó la última final del FPC con resultado de 2 a 2. Partido entretenido, lleno de oportunidades de gol y con dominio compartido. Empate justo.
Y bueno, sabiendo que pocas veces se hace justicia en el fútbol, lo de ayer fue pura diversión para el espectador neutral, pues Nacional supo cómo acorralar al Tolima en su propio arco y crearle tantas chances que William Cuesta fue la figura de la primera parte. Para el 2do tiempo, los papeles se invirtieron y fue Tolima quien se impuso con el balón, los espacios y los remates a puerta. Un tiempo para cada equipo y un empate con sabor a derrota para Nacional, pues su realidad en la tabla de posiciones es pobre y hay que decir que se le escapó la victoria en el último minuto.
En lo táctico y estratégico, Nacional sigue siendo gris. Evidentemente la mejoría viene basada en la recuperación del ánimo y la motivación, pero los errores en defensa y la poco dinámica propuesta ofensiva siguen siendo patrón en el equipo de Herrera. Afortunadamente, el equipo parece salir de ese bache anímico en el que cayó y los jugadores vuelven a cargarse la responsabilidad de llevar este equipo a la defensa del título.
Seamos claros, el fútbol es de los futbolistas, si, es una realidad, pero 11 guerreros que están dispuestos a dar la vida por el equipo en cada partido no son suficientes; al menos no en el fútbol de alta exigencia. Se necesita un faro, un guía, una dirección, un norte claro que les permita dilucidar las vicisitudes y superar los escollos que el fútbol profesional presenta. Si bien un DT nunca podrá hacer un gol o tapar un penalti estando en la raya, su influencia en los comportamientos colectivos es máxima. Sin un líder estratégico, los 11 guerreros caen en la anarquía.
Nacional no es anárquico. Nacional tiene una idea de juego visible, pero su idea es plana, poco dinámica, escasa en creatividad y, honestamente, muy colombiana. El problema real de Nacional NO es que no tenga un DT; de hecho, tiene 4: Hernán Herrera, Piscis Restrepo, Pedro Sarmiento y Pacho Maturana. El real problema de Nacional es que su propuesta es reactiva y no propositiva. Nacional no tiene problema en cuidar un 1-0 y eso, para un equipo grande, me resulta inaceptable.