FOTOS: CORTESÍA ATLÉTICO NACIONAL
Por: Juan Felipe Velásquez
Floja jornada para Atlético Nacional en cuanto al rendimiento se refiere. El equipo paisa se trae los tres puntos después de visitar un Pasto que, cómo ha sido tendencia, es un equipo que no representa una verdadera amenaza por su nómina corta y su mal juego.
Pero si de mal juego se trata, hay que hablar que ya se convirtió en un constante en el equipo de Paulo Autuori. Nacional es extremadamente largo en su posición e ineficiente cuando trata de hacer secuencias de pases medianamente largas. Un equipo siempre acelerado, impreciso, irregular, con niveles individuales bajos, una preparación física lamentable y una estrategia previa equivocada. Hay que reconocerle al profesor Autuori que siempre recompone bien sus planteamientos, pero también es un hecho que siempre los erra de entrada.
Para serles honestos, ver el fútbol de Nacional es aburrido. Casi nunca sabes que esperar, pero casi siempre decepciona. Yo, a manera de reflexión personal, no voy a echar toda el agua sucia al DT y su cuerpo técnico. Empiezo a creer que esto no es de nombres. Los responsables de esta constante desilusión que crece con cada semestre mediocre no son precisamente los que juegan cada partido. Los responsables visten de corbata y de fútbol saben tan poco como de proyectos. El proyecto de Nacional es llenar los bolsillos de los dueños y, más allá de eso, no existe nada.
¿Que mas da si el brasilero pierde el clásico con Millonarios y terminan su contrato? ¿Qué importa si los jugadores que llevan 3 o 4 años en la institución de repente se van? ¿Cambiaría en algo la realidad del equipo? Lo dudo. Nacional se conformó con estrellas fugaces, de esas que aparecen cada tanto, pero que no acostumbran a brillar en el cielo de una manera constante y hegemónica. El equipo y sus directivos cayeron en la mediocridad de nuestro fútbol y decidieron que era suficiente ganar un título de manera casual y no causal. Ese es el verdadero problema.
Ahora se viene Millonarios y, como ya lo expresé, no sé qué esperar del equipo. Podría ser un partido brillante, un oasis escaso de fútbol, o podría repetirse la constante y ver a un Nacional sin fútbol. ¿Confianza? Poca. De entrada doy favorito a Millonarios. Eso si, una derrota contra los capitalinos debería ser la bisagra que produzca cambios significativos en la institución antes de que llegue la fase de grupos y la desilusión se agigante.