Por: Juan Felipe Velásquez.
Atlético Nacional volvió a la senda de la victoria ante Patriotas de Boyacá, y esta vez podemos hablar de una evolución más palpable, aunque aún modesta, en el desarrollo futbolístico del equipo verde de Antioquía. El marcador final fue 3-1 a favor del Verdolaga, en una victoria merecida y casi obligatoria, dado el contexto adverso que el equipo venía enfrentando en cuanto a resultados. También, por la exigencia que representa ser jugador y empleado del club más grande de Colombia, que en esta ocasión se enfrentaba a un equipo urgido por temas de descenso y que ha mostrado un nivel de juego realmente bajo.
Independientemente de que Atlético Nacional gane, pierda o empate, lo que debe analizarse es precisamente el fútbol que muestra el equipo en el campo. En Atlético Nacional, el resultado es tan importante como la forma en que se consigue, es decir, el estilo futbolístico que demuestra el equipo. Al conjunto dirigido por Pablo Repetto se le exige constantemente un fútbol atractivo, digno del paladar del hincha verdolaga y a la altura de una institución que ha sido dos veces campeona continental. Y aunque aún estamos lejos de ese fútbol exquisito que todos los hinchas desean ver, lo cierto es que por fin el equipo mostró una evolución en su juego y convenció un poco más a la afición.
Es evidente que la expresión futbolística ideal aún está distante, y en el contexto del análisis también hay que mencionar que Patriotas es un equipo que atraviesa un terrible momento, afectado por el bajo nivel de sus jugadores y la presión de estar cerca del descenso. Así que el resultado de la tarde del sábado resulta más que lógico y previsible. Sin embargo, no vamos a caer en el típico análisis sensacionalista de que “gana con cara y gana con sello”. Es justo felicitar al equipo porque cumplió con la tarea de obtener los tres puntos de manera contundente e incuestionable desde el resultado. Además, es necesario destacar que el verde evolucionó y mejoró sus formas colectivas, mostrando un fútbol menos espeso, más vertical y menos aburrido, especialmente en la segunda parte del partido.
Los 11 titulares comienzan a definirse con el pasar de los partidos, y nos vamos dando cuenta de que Ceppelini debe ser el volante mixto que acompañe al mediocentro defensivo que el DT de la institución verdolaga seleccione. Pablo Daniel ha demostrado ser el conector necesario para enlazar la defensa con el ataque a través de secuencias de pase lógicas y eficientes, que permitan superar esa primera línea de volantes y dar la dinámica necesaria para imponerse y dominar a los rivales. Además, Kevin Parra sigue siendo el extremo de mejor rendimiento en estas primeras fechas de liga para Atlético Nacional. El juvenil, proveniente precisamente de Patriotas de Boyacá, se ha mostrado punzante, colectivo, picante, asociativo, y hasta ha demostrado sacrificio al cumplir labores tácticas defensivas. No es el jugador más rápido de la plantilla, pero mentalmente está afinado para marcar una verdadera diferencia desde su posición en el campo.
Sorprende también lo atrevido que ha resultado Marino Hinestroza en estos pocos partidos en los que ha vestido la camiseta del verde de Antioquía. A pesar de su lesión, que preocupa bastante a propios y extraños, es una realidad que debe ser el segundo extremo que acompañe al equipo titular en cada partido.
Por fin, un centro delantero marca gol en la era Repetto, y Alfredo Morelos comienza a justificar la inversión en su ficha. Dairon Asprilla se despachó con un doblete y demuestra que es más efectivo cuando está cerca del área, en lugar de retroceder para hacer doble línea de cuatro hasta su propio campo.
Todas estas conclusiones dejó el partido que se jugó el sábado en plena Feria de las Flores, con más de 23,000 personas en el Atanasio Girardot.Ahora viene un parón de casi 20 días, en los que Atlético Nacional tendrá el tiempo suficiente y solicitado para acumular sesiones de entrenamiento, y que de verdad se note una mejoría mucho más radical y un crecimiento exponencial en la expresión colectiva futbolística, para que la idea de Pablo Repetto pueda verse mucho más clara y menos espesa.
¡Hasta la próxima, verdolagas!