La columna de Juan Felipe Velásquez.
Atlético Nacional eliminó a Jaguares de Córdoba en los cuartos de final de la Copa BetPlay 2024 con una contundente serie global de 5-2, reafirmando su objetivo de conquistar el bicampeonato. La victoria por 2-1 en el Atanasio Girardot dejó claro que el equipo está enfocado y que los hinchas podemos seguir soñando con otro título. Sin embargo, aunque la clasificación es motivo de alegría, hay varios puntos que debemos analizar de cara a las instancias finales.
Desde el primer minuto, Nacional salió a demostrar por qué es uno de los mejores equipos del país. Bajo el mando de Efraín Juárez, el equipo se mostró con una clara vocación ofensiva, instalándose en el campo rival y generando peligro constante. La apertura del marcador llegó gracias a una gran jugada colectiva entre Kevin Viveros y Kevin Parra. Este último, recién recuperado de su lesión, demostró que tiene el potencial para ser uno de los grandes jugadores de Nacional. Es un alivio para los hinchas verlo de vuelta, porque entre él y Marino Hinestroza tenemos dos extremos capaces de romper cualquier defensa en Colombia. Sin duda, Parra tiene el talento para portar la camiseta número 10 en el futuro.
Sin embargo, no todo fue perfecto. Jaguares logró empatar gracias a un gol de Damir Ceter en el minuto 28, en una jugada que evidenció lo que muchos venimos notando: el bajo nivel de David Ospina. Nos duele admitirlo, porque Ospina es un ídolo y ha sido fundamental para el equipo durante años, pero su rendimiento en este torneo ha estado muy por debajo de lo esperado. En un equipo con aspiraciones al título, no podemos permitirnos estos errores. Ospina necesita recuperar su confianza, pero si no lo hace pronto, Juárez tendrá que considerar otras opciones más seguras para los partidos decisivos.
Por otro lado, no podemos dejar de mencionar el excelente trabajo de Pablo Ceppelini. Aunque Edwin Cardona sigue siendo indispensable para Nacional, Ceppelini ha subido mucho su nivel y está peleando por un lugar en el equipo titular. El uruguayo, que hace unos meses era criticado por la hinchada, ahora se ha ganado aplausos por su entrega y su capacidad para cambiar el ritmo de los partidos cuando más se necesita. Tener jugadores como él listos para entrar y marcar diferencia es un lujo que Nacional no puede desaprovechar en estas etapas del torneo.
En cuanto al profesor Juárez, parece tener un control total sobre el equipo. Desde su llegada, ha sabido aprovechar las cualidades de cada jugador y ha logrado mejorar el rendimiento colectivo. Pero no es suficiente. Todavía hay algunos jugadores que no están rindiendo al nivel esperado, y será responsabilidad tanto de Juárez como de ellos mismos trabajar para elevar su rendimiento en las próximas semanas. Las finales se acercan, y en este punto del torneo, no hay margen para errores o bajas individuales.
Un tema aparte es la situación de Alfredo Morelos. Aunque ha sido un delantero importante en el esquema de Juárez, sus problemas extra futbolísticos están afectando tanto su rendimiento como la imagen del club. Nacional es uno de los equipos más grandes de Sudamérica, y como tal, debe tener normas internas claras y estrictas. Los comportamientos que involucren alcohol u otros actos de indisciplina no deben ser tolerados. Morelos, como profesional, debe entender que tiene una responsabilidad no solo consigo mismo, sino también con el equipo y con la institución que representa. Nacional no puede permitirse manchar su imagen por actos irresponsables fuera del campo.
Por último, no puedo cerrar esta columna sin mencionar a Emilio Aristizábal. Este joven tiene un potencial inmenso y merece minutos en el primer equipo. Nacional siempre ha sido una cantera de grandes jugadores, y estoy convencido de que Aristizábal tiene todo para ser una de nuestras próximas figuras. Profe Juárez, es hora de darle una oportunidad y dejar que la hinchada disfrute de su talento.
En conclusión, Nacional está en el camino correcto, pero aún tiene mucho por mejorar. El bicampeonato está al alcance, pero para conseguirlo, el equipo debe estar en su mejor forma en todas las líneas. Tenemos talento joven, jugadores consolidados y un cuerpo técnico que sabe lo que hace. Ahora es cuestión de ajustar los últimos detalles y seguir creyendo.
¡Vamos Nacional, el título está más cerca que nunca!