La derrota en Palmaseca, debería invitar al cuerpo técnico de Nacional, a la reflexión y la autocrítica. Son muchos los partidos perdidos, por falta de laterales, no en el sentido de la posición, sino de la función, porque está bien que se parta de una alineación de 3 defensas, para ser más robusto en el medio, pero no se debe dejar al azar la marca a los rivales cuando atacan por los flancos, por falta de regreso de los laterales- volantes ( en éste caso Alcatraz y Farid), porque eso implica que los defensas centrales (caso Nájera y Murillo) tienen que salir a zonas de poca conveniencia y el desbarajuste llega tarde que temprano. Hasta Armani, en alguna jugada, tuvo que ir como líbero a una banda.
Los problemas comenzaron en el mediocampo, donde Nacional no ejerció el dominio en forma continua y sólo fue superior en lapsos de diez minutos en cada tiempo. La presión hombre en zona, que ejerció el Cali ( por intermedio de Candelo, Cabezas, Guazá y Mendieta) sobre Alcatraz, Arias, Yulián y Farid, desconectó en muchos pasajes a los delanteros Berrío, Velásquez y Valencia. Los azucareros con más recuperación en la mitad, hicieron mejores transiciones al ataque, por intensidad y velocidad. El dato de 14 llegadas de peligro del Cali, en los 90 minutos, por 4 de la visita, reflejan lo que fue el trámite del partido y justifica la victoria de ‘’ El Pecoso’’ sobre Osorio. ( Dirigiendo al Huila y al Cali, Castro ha vencido a su colega en 4 de 5 confrontaciones).
Limitado el ataque de Nacional y sin flluídez en el medio, salvo el intento fallido y solitario de Yulián, la tarde se fue opacando para el conjunto antioqueño, con las vicisitudes en defensa. Cali ganó las bandas indistintamente con Palacios, Canchimbo y los volantes externos. Y para rematar la faena, ganó las espaldas de los 3 defensas visitantes, con balones largos a Preciado. A los 36’ en un centro de la derecha, Mendieta hizo una pantalla distractora y Santos Borré marcó el 1-0. Nacional logró el empate parcial a los 77’, con un cabezazo de Francisco Nájera, a balón lanzado desde la esquina por Yulián.
Era un 1-1- esperanzador, pero los errores se repitieron para solaz del Cali. A los 80’ un pelotazo de Nazuti a espaldas de Nájera, terminó en una mala salida de Armani, quien en vez de rechazar con los puños, quiso atrapar la pelota con los guantes. Soltó el balón y Hárold Preciado anotó el 2-1. Nacional con más desespero que argumentación, lanzó una oleada final de ataque. Y como ocurre casi siempre con los verdolagas, en el contragolpe, pagan las consecuencias. Otro balón profundo del Cali y los visitantes sólo tenían un defensa atrás, que era Arias. Todos sus compañeros andaban de excursión y Preciado selló el 3-1, en tiempo de reposición (93’).
Vale la pena preguntar, porqué cuando Velásquez (el mejor cabeceador) es titular, no le sirven centros aéreos. Y también, porqué Nacional no ha podido con el tema de los contragolpes por las bandas, que casi siempre lo coge con los pantalones abajo ? Y porqué en la rueda de prensa, el DT sólo atinó a rescatar un supuesto predominio en la zona medular, que no fue más que un espejismo? Y finalmente… es conveniente cambiar medio equipo, jornada tras jornada?
Cuando las virtudes escasean, los errores dictan sentencia.
Escrito por Wbeimar Muñoz Ceballos: