Por: Juan Felipe Velásquez
Un partido de fútbol amateur. Eso fue lo que vi yo en el enfrentamiento entre Nacional del Paraguay y Nacional de Colombia. Honestamente, señores, mis amigos y yo nos juntamos los fines de semana a jugar y nos vemos mejor. Y si, si pretendo ser políticamente incorrecto porque El Verde ya sobrepasa los límites de lo mediocre a ser, sin eufemismo, un mal equipo.
Atlético Nacional no ofrece nada. En los últimos 10 años hemos tocado el cielo con las manos, hemos visto fútbol lírico que nos llevó a ser campeones del continente, hemos visto fútbol moderno que nos coronó tricampeones del país, hemos visto DTs amarretes que, aún irrespetando el ADN de la institución, por lo menos mantenían la plantilla en nivel individual sobresaliente. Vimos incluso a un Nacional efectivo, que sin ser brillante, supo ser campeón de liga.
En fin, en los últimos 10-15 años hemos visto muchas versiones de Nacional, con matices, detalles buenos y malos, ideas futbolísticas reconocibles. Pero hoy no vemos nada. Ver a Nacional hoy es un literal suplicio. Ver a Nacional hoy es ver un equipo sin identidad. De hecho, me cuestiono si es realmente ver un equipo. Cuesta mucho identificar los principios de juego mínimos en el equipo de Bodmer, pero después también cuesta mucho encontrar un jugador que esté en nivel decente.
Nacional ya no solo carece de conceptos básicos de táctica y estrategia, también adolece de una plantilla en la que ningún jugador destaca por tener nivel aceptable y en este punto, ya no podemos ni siquiera tirar de un chispazo de Dorlan, un remate de Duque o una gambeta de Perea. Nacional se quedó sin nada que ofrecer. Nacional aburre, desinteresa a cualquiera que se atreva a encender el TV para verle. Nacional se volvió un equipo menos que común y corriente y así lo demuestra su partido de anoche o su posición decimoquinta en la tabla de posiciones de la Liga Betplay 2024.
Intentarán vendernos que el equipo está en uno de sus mejores momentos, históricamente hablando, como intentaron hacerlo el año pasado, pero hoy todos nos preguntamos ¿que pasó con la plata de la libertadores 2023? ¿En qué gastaron el dinero de la venta de Gómez, Palacio o Mier?
El equipo con cada liga que termina se refuerza peor. La ausencia de jugadores acostumbrados a momentos calientes es irrisoria. La falta de una idea de juego identificable es decepcionante. El pésimo nivel individual de los jugadores es deprimente. Seguimos cayendo en este abismo que no parece terminar…