Por: Juan Felipe Velásquez.
Nacional se convirtió en un absurdo desgaste de ánimo inmoral para todos los que amamos a este equipo. Partido tras partido, sólo se puede llegar a conclusiones casi apocalípticas porque Nacional en cada fecha desvela un factor negativo más a esta ecuación interminable.
El verde, una vez más teniendo que enfrentar un compromiso vital para las aspiraciones de título, falla en conseguir un resultado favorable para ponerse líder de la actual liga Betplay.
El equipo ya había fallado en la final ante millonarios, también falló en la serie ante Racing de Avellaneda y ahora desperdicia una oportunidad de dar un golpe de autoridad en la mesa al perder dos a cero con Rionegro Águilas y no poder alcanzar la punta del campeonato .
Y es que Nacional juega mal en cualquiera de las facetas del fútbol. Se defiende mal, ataca mal, no tiene una fase de creación eficiente, es errático al momento de defender las acciones balón parado incluso los mismos jugadores se pelean dentro del campo.
Superado en cada ámbito del juego, Nacional se va a perdedor del Alberto Grisales y, más allá del resultado, a la hinchada sólo le queda resistir una nueva y penosa presentación del equipo que destruye cada vez más los ánimos y la moral de todos los que, fecha atrás fecha, nos arriesgamos a ver a este equipo con la esperanza de qué reviertan está dolorosa situación en algún momento.
Fallar en momentos claves ha sido la consigna del Atlético Nacional que dirige Amaral. El técnico encargado nos engañó al principio de este semestre con el discurso de promover un juego más cercano al gusto de la hinchada; más ofensivo, con más posición del balón y menos replegado su propio arco, pero la realidad es que dos meses después el equipo no muestra nada de eso y, por el contrario, cada vez se ve peor, incluso peor que el Nacional de Autuori.
Pero es qué los problemas de Nacional no se reducen al campo de juego porque cada semana hay una nueva novela, dramática en exceso, por fuera del rectángulo de césped. Demandas de la dirigencia a sus hinchas, vetos de grupos de hinchada para prohibir su entrada al estadio, transferencias y fichajes con dudoso presente futbolístico, cifras por venta de jugadores no clarificadas y demás.
Nacional se convirtió en un tren de malas noticias y cada semana el hincha está expectante para conocer con qué nueva decepción lo irán a golpear .