Por: Juan Felipe Velásquez.
Abundan las incoherencias en el verde paisa. Partido tras partido, fecha tras fecha, semana tras semana, Liga tras Liga, año tras año, los hinchas de Atlético Nacional nos hemos tenido que acostumbrar a sufrir con un equipo que nos miente, y que ya ni se preocupa por ocultarlo. Nacional se ha convertido en un constante acto de incoherencia por parte de sus directivos, staff técnico y jugadores.
Con cada inicio de Liga, nos repiten hasta el cansancio que ahora sí van a respetar el ADN de la institución y que en el campo veremos el buen fútbol que no solo nos enamoró del equipo verde de Antioquia, sino que también lo colocó en la cima del fútbol colombiano como el equipo más grande y ganador del país. Pero de buen fútbol nada, porque cada nuevo técnico, por una u otra razón, no logra plasmar ni un ápice del juego bonito que a los hinchas nos gusta, y en cada rueda de prensa nos mienten para intentar convencernos de apoyar un proyecto deportivo que, en realidad, no tiene nada de deportivo y busca más bien favorecer los intereses económicos de los dueños.
Nacional se dedica a crear plantillas con jugadores baratos, buscando préstamos o agentes libres. Con una retahíla eterna e inacabable alegando un déficit financiero, la institución deportiva más grande del país se ha convertido en un discurso lastimero y autocomplaciente, lleno de excusas y mentiras con las que pretenden justificar la indigna inversión de dinero y talento humano.
Pretenden hacernos creer que el año pasado fue uno de los mejores de la historia, pero hay que recordarles que Atlético Nacional perdió una estrella ante Millonarios, despilfarró una clasificación casi consumada ante Racing en la Copa Libertadores, perdió todos los clásicos de un mismo semestre ante Independiente Medellín (el último con una estrepitosa y humillante goleada) y ahora inicia la Liga del 2024 con una nueva humillación ante América de Cali.
No voy a cuestionar los códigos éticos de nadie. Mi posición siempre será que toda persona es honesta en su trabajo hasta que se demuestre lo contrario, pero tampoco voy a esconder mi insatisfacción, que al final es la de todos los hinchas, cuando pretenden vendernos un proyecto deportivo que de entrada no convencía a nadie y que, ahora, varios meses después, se demuestra que no nos va a reconducir por el camino de la grandeza que merecen estos colores.
Si, Atlético Nacional se convirtió en una institución egoísta que solo vela por el bolsillo de sus dueños, bien hace la hinchada en abandonar el barco.
Cada nuevo director técnico que asume las riendas del equipo demuestra ser incapaz de virar la situación penosa en la que se encuentra la institución. Y es que la incapacidad no tiene nada que ver, en este caso, con falta de habilidades para el trabajo, pero es que el desorden interno que tortura a Atlético Nacional, viene desde adentro y todo termina proyectándose en el campo de juego