Por: Juan Felipe Velásquez.
Esta no es una editorial para condenar de entrada el nuevo proceso. Honestamente, creo que el profesor Bodmer tiene el conocimiento suficiente para entrar en la lista de DTs top del FPC, pero del conocimiento a la práctica se encuentra el paso más difícil.
Nacional salió con otra actitud a la cancha. Enfrentó a Medellín con muchas ganas de atacarlo y hacerle daño, pero la verdad es que el verde se quedó en la actitud y las ganas. Después no pudo ser claro en su fútbol y terminó mostrando una cara incluso peor en comparación al equipo del señor Amaral.
4-3-3 el módulo base con un Robert Mejía en el eje para intentar sacar el balón claro, apoyado por los descensos de “Tatay” Torres y Dorlan Pabón. El verde quiso, pero no pudo.
Quizás el profesor Bodmer tuvo poquísimo tiempo de trabajo para plasmar su idea, quizás el equipo estaba tan acostumbrado a otra cosa que le costó sacudirse la idea ultra defensiva, quizás el nuevo DT no cuente con la experiencia necesaria para hacer realidad su idea. Todo es especulación ahora mismo, pero la única realidad fue el mal fútbol de Nacional.
Ah! Y si de hecho reales hablamos, hay que tener en cuenta que Nacional tiene jugadores prestados a selecciones nacionales, lista de lesionados larga y, como desde hace ya un tiempo, una nómina basada en juveniles. Bajo este panorama, la verdad es que no sorprende la derrota.
Una derrota más en un clásico. Una derrota más en un partido ante un rival histórico. Nacional vive de ganarle a los chicos y es una realidad que concluirá en una eliminación tarde o temprano. Este equipo no tiene cómo ser campeón.
Yo, personalmente, me siento un poco optimista respecto al profesor Bodmer. Un catedrático y estudioso del fútbol que llega a Nacional con las mejores intenciones, pero mi paciencia es tan corta como la de todos los hinchas y no pretendo soportar más derrotas, cargadas de hinchas rivales y mal fútbol.
Una lástima que este nuevo proceso haya iniciado tan mal, pero las revanchas en el fútbol llegan cada 3 días y el nuevo DT tiene mucho trabajo por hacer, muchos hinchas por convencer y mucho fútbol por mostrar.
Al final, cada traspié del equipo debe ser una oportunidad para recordar y apurar a los verdaderos culpables de esta debacle: los directivos.
¿Proyecto deportivo? Inexistente. Nadie les cree sus argumentos y retahílas. No piensan en la institución, no cuidan al hincha, no respetan la historia. Tienen la mente puesta en su propio bolsillo y, descaradamente, anoche 28.000 asistentes al Atanasio avalaron su proyecto con la asistencia.
Si, estimado lector. Yo estoy convencido que la única manera de virar la situación es dejando de ir al estadio. Tribunas vacías para una institución como Atlético Nacional significan problemas para los directivos, pero al final, parece que esto lo entendemos pocos y aunque el malestar es generalizado y mayoritario en la hinchada, ahí están 28.000 personas dándole aire y oxigeno a una directiva mediocre y egoísta.