Por:Leonardo Chica González.
Una vez más Atlético Nacional no logró sobreponerse a la adversidad y terminó derrotado por el Tolima en la segunda fecha de los cuadrangulares finales.
El verde tuvo un inicio de juego prometedor, desde los primeros minutos se jugaba en velocidad y precisión en los pases, Ceppelini jugaba a un solo toque y dejaba de manera rápida en el área el balón para que llegaran Vladimir, Barcos y Lucumi y de esa forma llega el gol, minuto 16 combinación en el medio campo entre Barcos y Ceppelini, quien envía el centro para que Vladimir sorprendiera en velocidad, evadiera al portero Montero y marcara el primero de la noche.
Pero la alegría dura poco, un par de minutos después el señor Gustavo Murillo (con permiso de arbitrar) se inventa un penal ante un rechazo de Alexis Henriquez y Marco Perez marca el empate.
Luego de ese gol Nacional no bajó los brazos y siguió en la misma linea, un solo toque y velocidad en el último tercio, por momentos la suerte no acompañaba al verde en la definición, remates de Gomez, Vladimir y Ceppelini fueron sacados de la raya por defensores tolimenses ya que su arquero era vencido.
El primer tiempo terminó dominado por Nacional, Tolima ajustaba sus lineas de marca y solo atinaba a contragolpear, el medio campo verdolaga era bien asistido por Yabur y Gomez, Ceppelini era un buen distribuidor de juego y el único que no ingresaba en todo el circuito de juego era Lucumi.
El segundo tiempo al inicio fue igual, un Nacional punzante ante un Tolima que era aplicado en defensa y que sabía que podía aprovechar la velocidad de sus delanteros en algún momento para contragolpear.
Al minuto 70 llega el gol que desequilibra el juego, una perdida de balón en ataque en el sector izquierdo por parte de Nacional, Tolima aprovecha para usar su velocidad, hay pasividad en la defensa verdolaga ante el que lleva la pelota, Yabur y Gómez solo atinaron a realizar sombra, no presionaron y le dieron vía libre a Carrascal quien envío un cambio al segundo palo para que Balanta cabeceara solo en la zona, no hubo apoyo de Vladimir, quien se quedó anclado en el área de Tolima y Machado se confía en tener un compañero a su espalda.
Gol del visitante y ahí comienza la debacle de Nacional.
El verde pierde el orden y vuelve a caer en el juego físico que le propone el Tolima, los dirigidos por Gamero se encierran en su área, solo esperan un contragolpe y cada que podían realizaban faltas lejos de su zona de influencia para cortar ritmo de juego.
Nacional se comienza a desesperar y pierde la claridad, se opta por hacer centros a media altura que siempre resultaban en manos del arquero Montero, se intentaba solo por zona izquierda ya que por la derecha Lucumí no pudo ganar ningún duelo y adicionalmente entregaba mal la pelota, el equipo lucia desesperado y carente de un líder que en la cancha les diera un instrucción de calma.
Nuevamente el equipo vuelve a mostrar que su punto mas débil es mental, esa falta de resiliencia, son pocos los juegos en los que el verde se repone a un gol en contra, a hoy se tienen muchos jugadores de experiencia en el terreno de juego, pero esa figura de líder que le ayude al equipo a tener calma a pensar a no dejarse llevar por las emociones parece que desapareció del equipo.
Tarea compleja para el cuerpo técnico en mejorar ese ítem.
Nota al pie.
Lo mostrado por Gustavo Murillo en el partido, no solo en el juego, también luego del mismo, solo sigue demostrando el pésimo nivel del arbitraje que se tiene en el Fútbol Colombiano, no es un tema de colores o persecuciones es claramente un tema de personas y su preparación, que cada partido que pasa parece ser nula, nuestro fútbol esta en manos de una comisión arbitral politizada, que se usa solo para pagar favores y no se preocupa por el nivel de sus árbitros.
Colombia cada vez pierde mas escarapelas FIFA y a los que organizan el espectáculo parece no importarles, están matando al fútbol y no les importa.
Seguramente la agresión de Murillo al presidente de Nacional y su enfrentamiento con algunos hinchas a la salida del estadio pasaran de largo, seguramente lo veremos arbitrar nuevamente sin problemas en la próxima fecha, seguramente volveremos a escuchar algún jugador de otro equipo contar como el señor los increpa e insulta durante el juego, nada va a suceder, tenemos una comisión politizada que se lava las manos muy fácilmente, claro como el arbitraje en Colombia no es profesional, cualquier cosa puede pasar.
Están matando el fútbol y parece no importarles.