Atlético Nacional ha jugado tres partidos y conserva su arco invicto, aunque eso no es algo para extrañar, en la puerta se encuentra Franco Armani, acostumbrado a romper récords, no permitiendo que perforen su valla.
Hasta ahora lo más notable del campeón de América, es su fortaleza en el fondo, con un arquero que brinda garantía siempre y un cuarteto posterior de lujo, casi todo de selección Colombia, Daniel Bocanegra y Farid Díaz en los laterales, recuperando el nivel de siempre, mientras Alexis Henríquez y Felipe Aguilar se convierten en una dupla impasable en la zona central.
Combinado a esto encontramos en la mitad de la cancha a un Diego Arias, que es la fuerza callada del equipo, volante de recuperación incansable, que no da balón por perdido, a su lado Matheus Uribe, que no necesitó tiempo de adaptación para encajar en el sistema del verde y hace la labor de volante de ida y vuelta, hasta ahí podríamos hablar del bloque defensivo, aunque este incluye también a los delanteros y al mismo Macnelly como volante de armado.
El déficit podría decirse que está en la parte de arriba, más no por los goles, porque de tres partidos jugados, Nacional ha anotado 4, déficit mas por rendimiento y concretamente de los jugadores que actúan como extremos, ni Dájome, ni Mosquera, ni Arley Rodríguez, han podido conseguir el nivel para acompañar a Dayro Moreno, que se rebusca en el área rival y pone peligro, ayudado por Macnelly Torres, pero es indudable que para que Nacional pueda ser punzante y peligros con su sistema actual de juego, los puntas deberán subir mucho de nivel o el técnico Redín buscar suplir esa falencia actual con otro módulo.