Por: Jonny Sampedro.
1. Lo que deja Nacional ante Chicó: Infame derrota. No pudo ganarle, dominar ni verse mejor frente a un rival con diez hombres, 55 minutos del juego. Ventajas defensivas por los costados en el primer tiempo, y una falta de ideas, talento y hambre para atacar que dan grima.
2. Un primer tiempo en el que Nacional fue efectivo y marcó tras cinco partidos sin lograrlo, pero en el que tuvo 25 minutos en el que dio ventajas en defensa y se vio inferior en ese tramo.
3. Las razones de ello lo encontramos en lo siguiente: Nacional quiso de entrada posicionarse en campo rival, jugar y proponer allí. Pero no fue productiva esa posesión, perdió rápido el balón y los extremos no volvieron y dejaron a los laterales expuestos.
4. Se vio entonces un Nacional en defensa vulnerable, pues Uzcateguí y Cruz atacaron a Angulo, y Mejía y Cortez lo hicieron ante Castro. Hubo superioridad allí, mejor Chicó en esos duelos y opciones de Cortez (6′, 16′ y 29′) y Nike (7′), en las que respondió bien Castillo.
5. Ofensivamente fue poco el trabajo de Nacional. No logró tener el control del partido e imponer condiciones, tampoco se vio fuerte con el balón, y en dos o tres oportunidades, volvió a apelar a los centros desde los costados, pero sin éxito.
6. Éxito que sí encontró en la pelota quieta. En la que pudo marcar, quitarse la mala racha, y acomodarse mejor en un partido que veía enredado, y sin mucha claridad en ataque.
7. Para el complemento Nacional no pudo hacer pesar el hombre de más, no sometió a su rival, no se impuso, no hizo correr al rival por el balón, y no le generó. Repetto hizo cambios buscando lograrlo, pero no tiene material, su nómina es pobre y limitada.
8. Encima, las veces que tuvo avances prometedores decidió mal con Ocampo que pateó errado en una contra 4 vs 4 (51′), y no fue efectivo en la bonita acción individual de Perea, que no encontró compañero ni espacio para definir (52′).
9. En la media distancia probó con Ceppelini y se acercó (56′), pero no mostró más en ataque, se vio pasivo, y esa pasividad la cobró Chicó para marcar el empate frente a una defensa indolente, sin espíritu, que esperaba con seis jugadores a cuatro del Chicó y aún así le marcaron.
10. Y con esa actitud y esa pobreza futbolística de Nacional, permitió que el rival se animara, que por ratos hiciera el segundo tiempo de ida y vuelta, que Chicó creyera, y en el último suspiro cobró justamente con el golazo de Plazas, porque con 10 tuvo más hambre.