Que un equipo pierda, es normal en el fútbol… pero que esa derrota estuviera presidida por el desánimo de los jugadores (caso Macnelli) ; por la falta de MOVILIDAD , sin la cual es imposible sostener la pelota ( la gran mayoría confundió calidad técnica, con dejarse estar) ; por la falta de agresividad para recuperarla o crear espacios; por la escasez de sociedades que implicaran trabajos grupales al servicio del colectivo; por no aparecer un líder que ordenara, cuando las líneas se descompusieron ; por no tener ni equilibrio ni creación en el medio, donde se comienza a gestar la suerte de un equipo…todo eso resulta inexplicable y doloroso.
Colombia en el primer tiempo mostró un equipo sin convicción, que rápidamente fue presa de los nervios, errático en la entrega y en la desmarcación, razones por las que no se adueñó del balón. Argentina como equipo corto y solidario, rápido en los contragolpes y con una convicción y jerarquía muy superiores a su adversario, se nombró gobernante del partido. Manejó la pelota, los tiempos y los ritmos de la jornada. Los nuestros sólo cambiaron la actitud en la parte final, cuando jugaron con defensa adelantada y trataron de invadir el campo ajeno, pero sin inspiración ni argumentos para inclinar la cancha a su favor.
El partido tuvo contagios malignos. Cristian Zapata trasladó sus errores a Jeison Murillo. Daniel Torres empezó a entregar mal y Alex Mejía siguió por ese tortuoso camino. Macnelli no se asoció con James y éste deambuló la cancha. Teo y Bacca pasaron en puntillas por el Metropolitano. Y aunque Helibelton y Fabra tuvieron problemas en la marcación, al menos intentaron ir al ataque y arrimaron el equipo al área de Romero.
Las primera pregunta surgió con la alineación de Péckerman: si Muriel y Edwin, le cambiaron la cara a Colombia en el segundo tiempo frente a Chile : porqué no fueron inicialistas ?. La segunda ya la habíamos formulado en nuestra crónica anterior : porqué nos cuesta tanto ganar en el juego posicional ?. Y la tercera va hacia el futuro : cómo mejorar lo táctico, lo estratégico y lo sicológico, si el formato de eliminatorias no nos permite microciclos de trabajo ?.
Nos cuesta ganar porque caminamos en la cancha y por eso nos anticipan una y otra vez. Alejamos nuestras líneas imposibilitando los bloques de presión. No aplicamos la vieja premisa del fútbol, según la cual el trabajo coral, comienza con pequeñas sociedades que no tenemos y por eso terminamos con solistas desafinados. Argentinos, uruguayos y chilenos, por citar tres ejemplos , cuando saltan al terreno lo hacen con personalidad y con la fe del carbonero… nosotros en cambio a la primera adversidad , le pedimos perdón al enemigo, por el hecho de vivir y respirar. Y lo peor de todo, es que pasamos del paraíso al infierno con gran facilidad. Y así seguimos : ayer héroes y hoy villanos.
Argentina nos secuestró la pelota y por eso la posesión nos fue esquiva. Nos ganó con un gol de BIGLIA a los 19’. Y pudieron ser más, de no haber fallado Higuaín a los 12’, D’María en una entrada en solitario a los 40’, o el árbitro equivocarse al anular un gol legítimo de Dybala a los 81’, o el mismo jugador estrellar un tiro en el palo a los 89’. Atrás su red defensiva se mostró fuerte y en sus transiciones al ataque, dejaron a los zagueros colombianos patas arriba. Nuestros hombres de avanzada,( Teo y Bacca) fueron nulos en la primera parte y tibios en la segunda, a pesar de que hubo cierto cambio de actitud en las distintas zonas, pero sin la magia suficiente. El equipo, como tal, no funcionó ésta vez, por lento, ansioso e impreciso.
Pasamos una tarde de desolación. Anhelamos que en el 2016 regresen de su actual exilio la alegría y las sonrisas.
No les parece ???
Escrito Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.