¿FIN DE CICLO?
Por: Juan Felipe Velásquez
Se convirtió en un tedio el analizar a Atlético Nacional y su desempeño en la cancha. Se convirtió en un suplicio porque hace más de un mes que no deja nada, no muestra nada, no desarrolla nada. Se volvió imposible dejar de lado lo extra futbolístico para concentrarse en la pizarra, pues en este equipo pasan tanta cosas que, al final, el fútbol es lo de menos.
Pasan los directores técnicos, pasan jugadores, pasan directivos y el panorama no mejora. 4 años de fracaso tras fracaso, eliminación tras eliminación y lo de ayer: la gota que colmó el vaso. Nacional perdió 2-0 ante Universidad Católica, hecho que lo deja por fuera de la siguiente fase de la Copa Libertadores y también de la Suramericana. Nacional que pintaba para liderar el grupo después del sorteo, un grupo sin brasileros, sin Boca o River, sin Independiente Del Valle o Defensa y Justicia, un grupo donde la jerarquía era la nuestra, acaba con un penoso 4to lugar.
¿Qué hacer ahora? ¿Cómo virar esta interminable y negra etapa de Nacional? Evidentemente, el DT es gran responsable, pero jugadores también. Esos jugadores que sólo supieron decir “el compromiso lo tenemos allá y solo sirve clasificar”, pues no cumplieron con su compromiso. La culpa es extendida y quizás hasta el periodismo deportivo tenga su parte. Nos va a acabar el afán. Las ganas de un título ya nos juega en contra a todos. A los hinchas porque somos impacientes en cada nuevo proceso, a los directivos porque traen a un DT que no es ADN Nacional, a los periodistas que vamos destrozando con crítica venenosa, en fin. Cada quien asuma su porción en este lío, si es que la tiene, y a trabajar todos para el mismo lado, pero sobre todo, con un norte definido, con un plan estructurado, con una idea clara y coherente.
Solo queda esperar y confiar en las capacidades de Emilio Gutiérrez. Ilusiona bastante su hoja de vida, su conocimiento, su trayectoria y su experiencia. Nacional necesita recuperar su grandeza y un efímero título no nos devolverá a la elite.
Para ser el más grande de Colombia se necesita algo más que la estrella 17. Urge un proyecto serio, de aquellos que todos envidiamos como el de IDV o DyJ.