Por:Andrés ‘Pote’ Ríos
El título de esta columna salió en verso. Y un bello verso es que el equipo del que se es hincha dispute una nueva final. Un bello verso no es que muchos hinchas minimicen este hecho, lo vean con desdén y lo consideren un hecho menor. La verdad, esta final, tras el duro año que se ha vivido, tras la sensación de crisis, tras el “electrocardiograma” de inestabilidades que el club ha vivido tras el mundial de clubes -con un título de liga a bordo- tiene un sabor a buena revancha. Y sí, es entendible la falta de confianza, pero la invitación es a arropar a un equipo que, a pesar del vendaval, de nuevo está disputando una final.
Entiendo al hincha inconforme, al que siente que aún el equipo no da, que no despega, que no llena la retina, pero hay que apoyar. Mal que bien, en medio de toda esta marea dura, ahí está Nacional peleando por escribir otro título en su historia.
Eso, amigos, hay que valorarlo ¿Qué es la Copa Águila? ¿Qué fue ante el débil Leones? Pues sí, y eso es lo que ofrece el menú de opciones de competencias de Nacional. Ahí sí hay que apelar a la tan embolatada humildad en nosotros los hinchas. Cuando se ganaron las primeras Copas Colombia fueron recibidas con alegría y ánimo ¿Ahora no? Creo que, en medio de duros momentos, un título así se debe vivir y disputar con más ganas, con más amor por el club, y, repito, con mucha humildad y agradecimiento.
Sí, es válido esperar más, pero eso no siempre se logra. Ya si usted espera que no disputemos la Copa Águila, ya si para usted es algo “menor” ganar una liga (no sobra recordar que la liga que se le ganó al Cali se celebró de forma tenue, como si eso fuera ya costumbre…), ya si usted espera que los rivales y los objetivos son los de la Premier League, el mundial, la liga española o la liga “estratosférica”, bien pueda y se sienta en la esquina a envejecer su prepotencia y siga esperando.
Cualquier torneo que dispute Nacional se debe asumir con toda seriedad, humildad y si se gana es siempre, siempre bienvenido con alegría. Pensar que hay hinchas de equipos que se van a la tumba sin ver jamás a su equipo disputar una final, menos aún ganar un título.
Pensar que hubo un equipo de la ciudad de Medellín que se demoró más de tres décadas para ganar una estrella. Pensar que hay equipos de la capital del país que se demoraron también 30 y punta de años y/o 27 para lograr de nuevo dar una vuelta olímpica. Pensar que el verdolaga va a disputar su final número ¡Veinte! Sí: ¡Veinte! En los últimos siete años…
Eso, amigos, es un honor que en estos tiempos duros no valoramos y hay que valorar. Eso sí: hay que ganar esta final. No hay excusa, no hay espacio para perder otra final en este año. Que eso quede claro.
Lo positivo indica que el equipo ha mejorado en la fluidez de juego, genera más opciones, se ve más sólido y hay un mejor ambiente. Seguimos en medio de la interinidad, seguimos con muchas dudas, pero es mejor mejorar cuando se disputan títulos.
Ante Leones fuimos siete mil hinchas al Atanasio ¡No más con ese desprecio por el equipo, no más con ese desdén castigador! Esto es Nacional, el equipo que en medio de sus crisis disputa finales. Otros arrugan más, otros caen más y se van a la B, otros no levantan cabeza…
Atlético Nacional da una lección de lo que es ser antioqueño: en medio de los problemas, levanta cabeza y lucha por obtener algo valioso, una final en medio del vendaval.
¡Hay que apoyar al equipo y dejar la quejadera! ¡Vamos por ese título!