Invicto, porque no pierde en tierras paraguayas, por Copa Libertadores, desde hace 24 años. Conformista, porque tenía con que ganar y le faltó ambición para buscar los tres puntos, en los últimos treinta minutos.
Después del empate, al minuto 58, Libertad estaba exhausto, puesto que había sido el principal protagonista del partido y Nacional, con menos desgaste y un mejor equipo hombre por hombre y línea por línea, no tuvo la valentía, para rematar la noche asunceña con una victoria.
Al final de la jornada, el técnico y los jugadores verdolagas, se declararon satisfechos por el resultado. Nosotros pensamos, que hay que aborrecer las medias tintas, para no terminar en la oscuridad de lo que pudo haber sido y no fue. Cada quien es libre de actuar como quiera, pero para alcanzar la cúspide de un evento continental, como éste, no se deben limitar ni el deseo, ni el horizonte.
Nacional salió con nueve guardaespaldas, rodeando al arquero Armani, quien salvó a su equipo en 3 llegadas de Libertad en el primer tiempo y 2 en el segundo. Era una guardia pretoriana de 5 defensas, 4 volantes y 1 sólo hombre en punta. A los 4’ el verde se fue adelante, en su primer contragolpe. Balón de Yulián para Copete, a espalda del lateral Moreira y centro de la muerte, que hizo celebrar a Pablo Zeballos, con el 1-0. A los 20’ llegaron al área los viejos fantasmas de la pelota detenida y el juego aéreo. Tiro de esquina…cabeceó en el área Benítez y después de un doble remate Jorge Gonzáles, puso la pizarra 1-1. A los 33’ el árbitro brasileño Ricci se equivocó al sancionar un penal por mano involuntaria de Copete. Cobró Rodrigo López y otra vez el local arriba : 2-1. A los 58 empató 2-2- Luis Carlos Ruiz, con pena máxima.
En el primer tiempo la iniciativa fue de Libertad y Nacional se mostró demasiado especulativo, refugiado en su zona y olvidado de la pelota. Fue cuando apareció Armani. Los locales no pudieron aumentar la cuenta y jugaron un partido más de acero que de seda. Los visitantes mostraron a Yulián Mejía como un defensor más en el bloque ( no lo habían contratado para el puesto de armador?), los laterales y volantes internos más preocupados de retroceder que de atacar y con el capital apostado a las transiciones rápidas hacia el arco rival.
Con el 2-2 Nacional rearmó su figura a 4 defensas bajando al Alcatraz; un líbero que fue Bocanegra; 4 volantes de llegada : Ruiz-Mejía-Pérez-Copete y un hombre en punta: Velásquez. El paraguayo se limitó a manotear a sus compañeros, porque si la idea era el balonazo al área, lo pusieron a sufrir de frío y soledad : nadie lo surtió, porque Nacional se resignó solo al control de la pelota. Por su parte Libertad, arrastraba las piernas y en su mirada triste, se reflejaron las ganas de llegar a puerto, en un barco que ya estaba desvencijado. Los paraguayos no podían y sus oponentes no le sacaron filo a las armas. El verde estaba contento con el punto y solo asustó una vez, en jugada individual de tiro libre cobrado por Alcatraz, que devolvió el travesaño.
El fútbol en el cierre se hizo anodino, por no decir que ‘’maluco’’.
Escrito Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.