No es un sueño de pocos, es el anhelo de todo un pueblo, la conquista de la Sudamericana, es una meta aplazada durante más de doce años.
Esta noche la cita es con la historia, el recuerdo de aquella noche frente a San Lorenzo, evoca las ansias de revancha del hincha verdolaga, no será ante el mismo rival, pero sí ante uno del mismo país y mucho más poderoso que el de aquella época, por lo menos así lo dice la estadística, River siempre fue más que San Lorenzo.
Pero el verde también es grande, no en vano este año se sitúa entre los 8 mejores equipos del mundo y el primero de América, de acuerdo a la clasificación de la federación internacional de historia y estadística, por lo que la final de esta noche, será un duelo de colosos que nadie querrá perderse, seguramente desde las 7 de la noche, se paralizará todo un país, pendiente de que su mejor equipo, salga adelante y victorioso de esta dura batalla.
Nacional – River, una final hermosa de un torneo que por sus finalistas, adquiere la importancia que sus patrocinadores buscaban desde hace años, esta vez no se coló ningún desconocido a la fiesta, desde las semifinales los invitados fueron equipos de peso y tradición en el fútbol sudamericano.
Hoy el Atanasio se vestirá de verde, con una hinchada apoyando de principio a fin, mientras en la cancha, once guerreros dejarán hasta la última gota de sudor, para corresponder con su esfuerzo al aliento de la tribuna y dar el primer paso, a una nueva celebración de titulo, esta vez uno internacional, que hace rato es esquivo a la estantería verdolaga.
¡Vamos Nacional!