De acuerdo con el cristal que cada quien utilice, pudo ser buen negocio para Nacional, al lograr un empate de visitante , echando mano de su equipo alterno. O benefició a Santa Fe, si se piensa en que la veteranía del equipo bogotano, enfrentará el próximo domingo en el Atanasio, a la tercera nómina verdolaga que es juvenil y puede ser presa del miedo escénico, por la responsabilidad del compromiso.
Nos inclinamos por el primer enunciado, porque nadie puede pronosticar cuándo y dónde salta la liebre.
Los visitantes le dieron prioridad a la fase defensiva, sobre la atacante. En éste sentido se exceptúa el lapso comprendido entre los minutos 30 y 45’ cuando marcaron el gol de ALEJANDRO BERNAL (36’) y exigieron a Castellanos con un remate de Dájome (43’). Después pasaron con el tambor vacío, puesto que no volvieron a disparar en el resto de la noche.
Santa Fe planteó un partido de presión avanzada, para recortar terreno hacia Bonilla, pero en ésta ocasión Nacional no le permitió velocidad en la transición defensa-ataque, porque en su escalonamiento dejó salir libres a los tres del fondo (Moya, Tesillo y Urrego), pero luego lo apretó en el sector intermedio para obligarlo a elaborar más las jugadas y no le dió distancias de línea a línea para las habilitaciones a sus hombres de punta.
Si se revisan las aproximaciones totales del equipo local, se concluye en que le costó mucho llegar a zona de remate, de manera asociada. De seis avances, dos fueron remates de media distancia, dos cabezazos provinieron de tiros libres ( Botello y Moya) y los otros dos fueron automatismos, que con toda seguridad se entrenan en la semana (balones de Johnatan y Balanta a espaldas de la defensa enemiga para la posible culminación con los movimientos de Anderson Plata). Por lo anterior el empate solo se pudo dar con un penal ( falta en el área de Nájera a Botello), que cobró JOHNATAN GÓMEZ (61’).
Nacional funcionó al cierre del primer tiempo, cuando Nieto comenzó a arrancar desde zona de contención con mejor panorama, pero en el segundo período lo enlazaron y de allí el déficit ofensivo citado anteriormente, porque no hubo hombres de enganche.
Cuando Rueda se acordó del Indio Ramírez, ya era muy tarde (estuvo en la cancha 10’ y pudo haber sido la solución para conectar a los compañeros de la delantera que se vieron solitarios y aburridos).
Gustavo Costas expuso laterales de luces largas ( Balanta-Roa) buscando amplitud, para luego ganar en profundidad. No logró ni una cosa ni la otra, por la reducción de espacios hacia atrás del onceno verde. En el cierre de la velada, el DT argentino, parecía resignado con la igualdad al entender que las posesiones de pelota de su equipo fueron de mayor duración, pero también inofensivas. Amenazó pero no pegó. Corrió mucho y pensó poco.
El 7 de diciembre hay una tradición muy colombiana : “ el día de las velitas”, cuando se invoca a la Inmaculada Virgen María y las familias se reúnen en sus hogares. Nuestra Máter en ésta ocasión se olvidó del fútbol : ni le dió progresión a Nacional del medio hacia arriba, ni alumbró a los cardenales.
No les parece ???
Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.